viernes, 2 de diciembre de 2011

Cadáver exquisito



Reflexiono mientras revuelvo mi trago color rojo.

Pasado mañana me muero.

A los 34 años, demasiado joven, nos deja un muchacho adorable.

Todos nos volvemos adorables apenas muertos. Mas aun si uno ha sido no tan miserable hasta ese momento.

Puedo imaginar algo de lo que sigue. El dolor imposible de los que mas sufren: mi familia. Algo de ese dolor, no todo, claro.
Puedo imaginar los procedimientos a seguir, en medio de tanto desconcierto.
El desfile de personajes inevitables. Todo el protocolo.

Lo que me cuesta imaginar es la reacción de mis amigos. De cada uno de los que merecieron mi amistad, y me quisieron violentamente. Sabiendo que nunca mas nos vamos a poder reír juntos.

Seria horrible poder ver eso. Mucho mas horrible que estar muerto.

No quiero esa versión de fantasma inútil.

Tampoco quiero que se muera ningún amigo de estos antes que yo.

Ah, bueno. El señor no quiere esto, ni aquello otro. Imagina cosas el señor. No, no, si esta muy bien, a nosotros nos interesa un monton su opinion. Pase por aca nomas, y tomese unos minutos para ver si se le ocurre alguna otra cuestion que tenga ganas de proponer.

Enseguida vuelvo, asi le cuento bien como es este asunto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

No me digas